Una joven de 14 años fue asesinada a manos de su novio mayor de 18 años de edad en Napolés, Italia, crimen que ha conmocionado a toda la nación.
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De acuerdo con las investigaciones, la menor salió este lunes de su casa con la intención de comer un helado con una amiga. Alrededor de las 8:30 de la noche, realizó una última llamada a su madre, donde le dijo «regresaré pronto».
Tras no llegar a casa, la policía local, los Carabinieri, la Fiscalía de Napolés y la Prefectura iniciaron la búsqueda. Sin embargo, la esperanza de vida se extinguió el miércoles 28 de mayo, cuando encontraron su cadáver oculto en un armario, en un departamento en ruinas cerca del estadio Moccia.
Las primeras investigaciones, revelaron que Martina fue asesinada con una piedra. En este contexto, los investigadores no descartaron en sospechar como primer responsable a su exnovio identificado Alessio Tucci, de 18 años. Ambos tuvieron una relación que había durado dos años, sus actitudes posesivas y celos extremos eran conocidos por el entorno de la joven.
Por su parte, compañeras de la víctima aseguraron que en más de una ocasión, Martina fue agredida físicamente por su expareja. En sus redes sociales, escribía frases como «Eres demasiado linda, no quiero que te vean los chicos».
Durante la noche del crimen, las cámaras de seguridad captaron a Martina caminando con Tucci hacia un edificio abandonado que solían frecuentar durante su relación. Allí, según la reconstrucción policial, el joven le pidió hablar.
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Tras ella rechazar un abrazo, él joven la atacó y fue asesinada en sus manos. «Le golpeó la cabeza varias veces con una piedra», indicó el informe preliminar. Posteriormente, escondió el cuerpo, regresó a su casa y fingió normalidad. Incluso, participó en la búsqueda de la víctima que éste mismo había asesinado.
Finalmente, tras ser confrontado por pruebas irrefutables, Alessio Tucci confesó que «la maté porque me había dejado». En tal motivo, la fiscalía italiana emitió una orden de aprehensión por homicidio voluntario. Ante esta medida, el abogado solicitó el traslado del joven por temor a las represalías en la prisión de Poggioreale.
La madre de Martina, identificada como Enza Cossentino, reveló que la familia del agresor le había advertido días antes los riesgos para Martina. A pesar de esta alerta, la joven decidió verse con éste sin contarle a su madre.
Para concluir, la primera ministra Giorgia Meloni expresó su conmoción por lo ocurrido. «La violencia ciega y posesiva no puede ser ignorada ni normalizada. Debemos hacer más, por Martina, por todas».
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